martes, 19 de enero de 2010

Criminalización de la pobreza

Volver a casa siempre es un placer pero este año tenía especial interés por ver a Argentina. Tal vez fue porque habían pasado casi dos años desde mi última “visita” o capaz que fue porque en ese tiempo mi proceso de cambio interior fue intenso. Volvía a mi mente una frase de Oscar Wilde en donde decía “Discúlpeme, no le había reconocido: he cambiado mucho”

Uno de los aspectos que más me llamó la atención fue el importante grado de división social que existe en la actualidad sobre todo de la clase media argentina. Existe la idea generalizada de que la pobreza es una elección de vida causada por el asistencialismo estatal. La idea de que los pobres son vagos, delincuentes, ladrones, roza con la intolerancia, la ignorancia y la miopía social. Me asombró la influencia, que en este sentido, ejercen los medios de comunicación, especialmente aquellos enfrentados con el gobierno actual por cuestiones económicas. El grado de confrontación social entre los partidarios del matrimonio Kirchner y los opositores es fuerte. La cuestión llega a tal punto, que un día fui a un supermercado a comprar una leche y un chico insultaba a la presidenta mientras elegía un yogurt (nunca supe el porqué).

Existe el pensamiento que el dinero destinado a la ayuda social es “quitado” del salario de la clase media y que es esa ayuda la generadora de pobreza. “Porque los pobres prefieren recibir esa dadiva antes que trabajar y ganar su dinero dignamente”.

Esta discusión emerge ahora porque el gobierno actual, en mi opinión, es el que ha propuesto cambios más radicales. Fue conocido el enfrentamiento entre la presidenta y el campo, que representa la oligarquía argentina, por las retenciones a los ingresos exorbitantes que generaba la exportación de la soja. En ese momento la clase acomodada argentina reaccionó, se organizo y se opuso acérrimamente a que un gobierno se atreviera a modificar sus intereses históricamente protegidos por los gobiernos de turno. En esta ocasión el papel de los medios de comunicación también fue importante ya que cumplieron perfectamente su rol de “creadores de opiniones”.

Ahora ocurre lo mismo con la clase media. Si bien todos somos concientes de que la pobreza es un mal que afecta gran parte de los argentinos ningún loco gobernante se planteaba afectar mis intereses para cambiar la situación. La culpabilidad se saldaba yendo a la iglesia y dando “limosna” o alguna monedita a un niño que mendiga por la calle.

Con independencia de las criticas, que son muchas, que pueden recibir el matrimonio K. Lo positivo es que plantean un “modelo de país” diferente, que por primera vez después de las dictaduras se toman medidas que benefician a los sectores mas olvidados. Porque la pobreza no es una elección de vida, es creada por un sistema injusto que beneficia a unos pocos y margina y excluye a muchos.

En Argentina el debate esta planteado, me queda la esperanza que los sectores progre-sistas puedan ser escuchados y que la solidaridad social pueda superar al individualismo reinante. Como decía Marin Fierro “Los hermanos sean unidos, porque ésa es la ley primera. Tengan unión verdadera en cualquier tiempo que sea porque si entre ellos pelean los devoran los de ajuera”

2 comentarios:

  1. me gustó mucho! Sería interesante comparar las opiniónes acerca de la pobreza en AL y Europa. Por lo menos en Alemania hay tendencias parecidas, irónicamente provocado por un ensayo de un filósofo

    ResponderEliminar
  2. Flor, creo que deberías embeberte mas de los discursos kirchneristas, sus propuestas a nivel administrativo y su postura ante la oposición. Asimismo, quedarte mas tiempo en el país e intentar sobrevivir con tu sueldo y las responsabilidades que ello te demande.
    Ahora bien, nadie tiene la solución absoluta para subsanar los problemas de la Argentina. Es una crisis de doble entrada. Por un lado la cuestión social y por otro, la corrupción a nivel institucional.
    En primer lugar, para tener conciencia social no hace falta ir a un comedor infantil en la villa 31 en bsas o brindar asistencia a una escuela en SA de los Cobres en salta. Tampoco hace falta identificarse con algún filósofo o algún escritor de monta progresista. Lo único necesario es salir a la puerta de tu casa. Lo sabes vos, yo y el empresario que para en un semáforo en su BMW de 150 mil dólares para darle una moneda al chico que se la pide. Vivas donde vivas, TODO el mundo lo sabe y TODOS tienen conciencia social. El individualismo no es sinónimo de ceguera. Es sinónimo de egoísmo.
    Paralelamente, la división social HOY no sólo se da a ese nivel. Surge de las instituciones. Ellos, el gobierno, son los que dividen y manipulan a la masa con el discurso progresista. La confrontación la proponen ellos. Lo percibís en sus discursos. Por ello, si querés contemplar la intolerancia en su máxima expresión: www.youtube.com/watch?v=j925W6eLohE
    www.youtube.com/watch?v=yN9zMhO8Edo

    Entonces, si el ejemplo de lo que debemos creer, debemos tolerar y debemos aceptar SIN PREGUNTAR - ya sea cargar con la culpa de la pobreza por tener mas, el clientelismo, la inclusión social en nombre del enriquecimiento del presidente de la nación, la tendencia ideológica sobre lo demás-, significa mi resignación, entonces me voy del país. Aunque, vos sabés, yo NUNCA dejaría que ello ocurra.
    Creo que se puede encontrar una analogía entre este gobierno, Perón y Maquiavelo. El lema de los sindicatos en los 60 era: "...a Perón se le perdona todo, es Perón...". Asimismo, este gobierno cree que su discurso se antepone a la realidad. Ergo, mientras hablen de Derechos Humanos, Inclusión Social y redistribución del ingreso; sin perjuicio del crecimiento inescrupuloso del patrimonio presidencial, el gasto público que NO GENERA mas que pérdidas, la intolerancia a la crítica, los sindicatos tupamaros violentos; se les permite gobernar. Bajo mi punto de vista, eso no es otra cosa que la premisa maquiavélica de que EL FIN JUSTIFICA LOS MEDIOS con olor a laizze faire.
    El modelo les fracasó flor, la izquierda ahora debe generar otra propuesta a nivel candidatura.
    Para concluir, quiero dejar sentado de que todo esto no es ira ni obsesión opositora, tampoco es un mero prejuicio por el solo hecho de que no me guste la imagen presidencial, es mi propia convicción como consecuencia de lo tangible.
    Besos y te deseo lo mejor para este 2010.

    ResponderEliminar