jueves, 22 de abril de 2010

Polémicas poco serias


Ante la polémica generada por las declaraciones de Evo y luego leer las opiniones de la prensa me pregunto que es lo que mas malestar causó ¿la declaración de que la ingesta de pollo produce homosexualidad o la atribución de calvicie a los hombres europeos? Tengo la sospecha que lo que a la prensa realmente le molestó fue este último aspecto, y es que claro el ego masculino es una cuestión muy compleja y tan amplia que merecería una seria investigación…
Ironías aparte, el discurso de Evo fue difundido internacionalmente por la gravedad y la peligrosidad de sus declaraciones que contribuyen a generar odio a las minorías sexuales, reflejando la gran ignorancia y, de paso, la ineptitud del líder boliviano. Pero… las declaraciones del Papa condenando la homosexualidad o la omisión de condenar los delitos de pedofilia en que se han visto envueltos sus sacerdotes no han generado tanto debate ni preocupación. Mucho menos la política sobre migración desarrollada por los estados europeos cada vez mas cerrada y excluyente, ni la persecución que sufren las mujeres musulmanas por la elección del uso del velo. Entonces la segunda pregunta es ¿existe una genuina preocupación por el colectivo homosexual o por la igualdad de las mujeres musulmanas? ¿O solo se trata de otro juego mediático para descalificar a aquellos que tienen una opinión distinta de cómo debe desarrollarse este sistema mundial, este mundo globalizado al que llegamos y no sabemos manejar? ¿No es un reflejo de la intolerancia hacia aquellos que solo desean ejercer libremente su derecho, como pueblo, a decidir sobre sus destinos?
Obviamente que las declaraciones de Evo son disparatadas. Sigue un poco la línea de la Iglesia Católica al considerar a la homosexualidad una enfermedad causada por la falta de hormonas masculinas. A mi mente vuelven etapas de adolescencia donde en Salta nos “enseñaban” que si nuestros hijos tenían esta desviación debíamos llevarlos al medico para que los curara proporcionándoles medicinas. Ahora Evo considera que son debido al exceso de las mismas. Critico y me parecen absurdas estas consideraciones, la orientación sexual no puede atribuirse a la ingesta de pollo ni a carencia alguna. Es más, la falta de aceptación a lo diferente me parece más patológica.
Pero sigo pensando que esta idea totalmente errada del presidente es utilizada interesadamente para descalificar buenas alternativas, como es la cumbre ecológica que se celebra en Cochabamba, Bolivia. Donde aproximadamente 36 mil personas procedentes de 136 países dialogan sobre los problemas medioambientales y tratan de encontrar soluciones ante el fracaso de la Cumbre del clima de Copenhagen donde quedó claramente reflejado el total desinterés de las potencias por asumir un serio compromiso para el cumplimiento del Protocolo de Kioto.
Y por supuesto surgen los que utilizan estos aspectos para descalificar a la izquierda latinoamericana tachándola de “poco seria”. Esa izquierda, representada por Evo que ni siquiera puede usar un traje y tiene el descaro de presentarse a reuniones internacionales con su vestimenta indígena. Por que pareciera que el sueño latinoamericano, de los sectores conservadores, es adquirir la seriedad europea considerada la como la receta del éxito, que en este caso se traduce en el ansiado “desarrollo”. La idea de suprimir aquello que nos hace distintos, ser lo mas homogéneos posibles, lo mas europeos y liberales para lograr los beneficios del sistema actual.
Pero bueno, hasta que eso ocurra, al menos nos queda la satisfacción de saber que los machos latinos gozan de abundantes cabelleras…

sábado, 17 de abril de 2010

Para vos...

Para las ausencias siempre presentes

martes, 6 de abril de 2010

Colonialismo ingles

Hablar de Malvinas siempre duele. Duelen los miles de jóvenes que murieron en una guerra injustificada, incoherente y suicida. Duele la impunidad de los dictadores que desde Buenos Aires manipulaban a la opinión pública. Duele la indiferencia de los argentinos con sus veteranos de guerra. Duele la imposibilidad de recuperar lo nuestro, esa parte de territorio argentino que fue usurpada por el gobierno británico en respuesta a su histórica política colonialista. Malvinas es una herida abierta para todos los argentinos.

La historia de las islas es el reflejo de la historia del colonialismo, su descubrimiento aún hoy es discutido. Tuvieron ocupación francesa, inglesa y española, también fueron deseadas por los norteamericanos ya que la caza de ballenas era un negocio bien remunerado en la época. Debido al constante asedio ingles en 1790 Reino Unido y España celebraron el Tratado de Nootka Sound donde estipulaba el respeto a las costas orientales y occidentales de Sur América y de las islas adyacentes, además establecía que los súbditos británicos podrían desembarcar “con propósitos vinculados a sus pesquerías y erección de refugios y otras estructuras temporarias”, pero no podrían “formar en el futuro ningún establecimiento”. Sin embargo el gobierno británico no desistió de su actividad usurpadora, luego de la independencia argentina, en 1833 se presentó la corbata Clio capitaneada por Jonh James Onslow y le informó al gobernador Pinedo que tenía órdenes de izar el pabellón del Rey Guillermo IV y expulsar a las tropas argentinas.

Desde aquella fecha Argentina NUNCA dejo de reclamar sus derechos sobre los territorios robados. Un dato importante que merecería un análisis mas profundo sería el que las islas quedaron excluidas del proceso de descolonización liderado por ONU en virtud del principio de libre determinación de los pueblos. Si bien el gobierno ingles consideró a las islas como una colonia, aceptó la aplicación de la Resolución 1514 sobre la concesión de independencia a los países y pueblos coloniales previo referéndum a los isleños, que se consideraron ingleses. Lo cual fue evidente porque la política británica consistió en realizar movimientos de población trasladando ciudadanos ingleses a las Malvinas.

A pesar de las reiteradas demandas argentinas y de las resoluciones de ONU recomendando el dialogo entre los países Reino Unido se mostró siempre reticente a dialogar sobre la soberanía de las islas. Luego en 1982 la estupidez militar llevó a miles de jóvenes argentinos a una guerra ridícula y suicida, donde la mayoría de los muertos fueron jóvenes soldados que con armas obsoletas fueron utilizados en un intento desesperado de salvar una dictadura asesina.

La gran beneficiada de la guerra fue la “dama de hierro”, Margaret Thatcher que logró recuperar su popularidad ante los ciudadanos ingleses y ser reelecta en las elecciones posteriores al ser considerada una protectora del patriotismo ingles. En mayo mostró su carácter implacable al ordenar el hundimiento del crucero General Belgrano, causando la muerte de 323 marinos argentinos. El bombardeado fue realizado mientras el crucero se retiraba a su base y con conocimiento que el buque no entrañaba peligro militar alguno. Además el submarino “Conqueror” luego del hundimiento abandonó la zona sin intentar el rescate de los náufragos, ni avisar a los buques argentinos que podían asistirlos, ni a organismos humanitarios.

A pesar que unos de los principios del derecho internacional establece que la guerra no otorga derechos territoriales la soberanía inglesa sobre las islas quedó consolidada luego de la guerra. Si bien la política exterior argentina fue constante en reclamar sus derechos ante los organismos internacionales, en las últimas semanas el tema recobró actualidad ya que se encontraron yacimientos petrolíferos en la zona. El gobierno ingles concedió autorizaciones para la exploración lo que generó la reacción de la presidenta Cristina Fernández que a través de un decreto estableció que todo buque naval que se disponga a transitar entre puertos ubicados en el territorio continental argentino y puertos ubicados en las Islas deberían solicitar autorización previa al gobierno argentino. La situación creó tensión entre los gobiernos.

La oferta de mediación de la secretaria de estado de Estados Unidos, Hilary Clinton hirió susceptibilidades inglesas. La respuesta británica fue contundente, no era necesaria tal intervención porque la soberanía de Malvinas no se discute. Sin embargo los medios ingleses consideraron que existía un posicionamiento yanqui al ofrecerse en mediar en una cuestión carente de sustentabilidad.

Por otra parte en el marco de la conmemoración de la Guerra del 2 de abril el órgano de gobierno kelper envió un mensaje “a quienes estuvieron involucrados de manera personal en la Guerra y sus familias” en el que se reafirmaron los derechos británicos sobre los territorios del Atlántico Sur. Agrega el texto "28 años después de la guerra, las Islas Falklands (Malvinas) son un territorio de ultramar del Reino Unido, autogobernado, con el derecho inalienable a determinar nuestro propio futuro. Es apropiado, en este día, volver a insistir sobre nuestro deseo de buscar la cooperación pacífica con nuestros vecinos como miembros activos de la comunidad del Atlántico Sur, trabajando en forma conjunta para asegurar que jamás se repita la tragedia de 1982"

En un vano intento de objetividad, aunque no lo soy, nunca puedo, ni quiero serlo… me pregunto ¿es legitimo el derecho de auto determinación de los habitantes de Malvinas? Vuelve a mi cabeza la idea de la libre decisión de los pueblos sobre sus destinos, considero que es legitimo el reclamo argentino y que la actitud del gobierno británico es un claro reflejo del colonialismo (neo colonialismo) que aun hoy impera, a pesar de la ingenuidad de los que piensan que el sistema imperante permite a todos los estados jugar este juego con las mismas reglas. Porque es evidente que existen intereses geopolíticos como los derechos sobre la Antártida, una gran fuente de riquezas ya que al contario del Ártico esta zona es continente congelado y presenta una cantidad aun (creo) desconocida de recursos además de las fuentes petroleras existentes. Sin embargo mientras los gobiernos discuten sobre sus soberanías existe un pueblo, que creo que no es consultado ni considerado. Como apunta Patrick en su blog la cuestión sería una buena forma de cooperación internacional, pero ¿que clase? ¿Una triangular, entre Estados independientes? Esta claro que UK no renunciará a esta fuente de recursos ni reconocerá la soberanía argentina sobre el territorio y a pesar de ser un Estado “amante de la paz” no cumplirá las resoluciones de Naciones Unidas, pero si en un futuro los habitantes de las islas desean la independencia… ¿la reconocerá? Y para los argentinos ¿será otra batalla diplomática perdida?

Estas son mis conclusiones, pero como dijo un profesor querido, estoy muy dispuesta a cambiarlas…